Historia de Llana de Rilifanne

Es increíble la de cosas que te puede pasar en la vida. Dicen que nuestro destino esta escrito en el gran libro del mundo pero yo no creo eso. Yo creo que nuestro destino lo forjamos nosotros. Somos los dueños de nuestros actos, ya sean malvados o buenos, dueños de nuestros sentimientos y sobre todo dueños de nuestras vidas. Depende de lo que hagas en el presente tendrá una consecuencia u otra.

Mi vida no ha sido muy fácil que digamos, como ninguna de por aquí, pero no voy a contar la historia de los demás, no, si no la mía, lo que me paso en el pasado hasta los días de mi llegada al Reino de Eleanor.

Nací en el seno de una familia, no se cual era su estatus social.. ni pobres, ni ricos ni nada por el estilo, solo se que nací en alguna familia. No conocí a mis padres biológicos ya que me abandonaron cuando tenia 1 año en un bosque. Me encontró mi mentor Raistlin de Rilifanne, sin ropa ni manta ni nada para protegerme llorando desconsoladamente. El me acogió como una hija y me enseño el oficio de exploradora ya que era el explorador mas respetado del Reino de Elisandron. Desde muy pequeña yo ya sabia que el no era mi padre ya que me contó, a la edad de 4 años, su encuentro conmigo. Vivíamos en un bosque muy hermoso y frondoso, en una cabaña de madera y rodeados de nuestros compañeros, los animales. Aprendí el arte de montar a caballo, conocer las plantas y sus usos mágicos, el arto del arco y de las espadas, etc... y cuando podíamos nos íbamos a la capital del reino a ver las distintas formas de convivencia, el trato social y el mercado.

En una de nuestras escapadas a la capital nos fuimos al mercado. Yo solo tenia 6 años pero aun así me sabia guiar por si me perdía o me alejaba de mi mentor. Al cabo de una hora de nuestra estancia por el mercado nos separamos un rato, el tenia q hacer una cosa importante así que me dejo tiempo para jugar hasta que volviéramos a casa. Me despedí de el y volví de nuevo al mercado a ver los productos nuevos que habían por segunda vez. Al cabo del rato me percate de una niña de mi edad mirando los productos. Su cara me sonaba de algo, de haberla visto en otro lugar, hasta que caí en quien era en realidad. Parece ser que iba disfrazada de campesina pero a mi no me pudo engañar con esas pintas ya que solo los montaraces como mi maestro sabían ocultar la identidad. Y yo era su aprendiz así que sabia reconocer a gente de sangre real o no, sobre todo si eran princesas del reino donde vivíamos. Se me ocurrió un plan y fui directa hacia ella. Cuando estaba ya a mi alcance le agarre fuerte de su bolso y tire de el para llamar su atención. Y lo conseguí. Aunque después de descubrirla y dejar las cosas claras me callo una buena bronca. Desde ese día Eleanor y yo nos convertimos en buenas amigas.

Le enseñe los rincones que ella ni sus padres conocían, jugábamos y nos reíamos juntas. Hasta el día que ella cumplía 12 años y no supe nada mas de ella. Hubo una guerra en el Reino de Elisandron. Realmente no se lo que paso ya que yo me escondí en un lugar seguro que mi mentor preparo hace tiempo por su hubiera algún asedio. El tubo que luchar junto al rey y los otros soldados e informar, ese era su trabajo. Me prometió que todo pasaría rápido y que nos volveríamos a ver.... pero no lo hizo. Rompió nuestra promesa. Al cabo de 5 días escondida salí a la superficie y lo único que me encontré fue destrucción. Desconsolada busque a mi mentor por todas partes, aunque fuera un cadáver, pero no halle rastro de el.

Sola otra vez, desaparecido la única persona que consideraba familia y sin saber nada de mi amiga Eleanor me fui de esa destrucción a ver mundo. Durante ocho años recorrí el mundo de arriba abajo. Aprendí nuevas técnicas del manejo de la espada, nuevas hierbas y aliados buenos en mis aventuras. Hasta que un día, buscando hierbas curativas para un niño de un pueblo, me encontré con mi amiga de la infancia. Físicamente estaba fatal, herida y mal alimentada. Me la lleve a la pequeña casa que tenia en aquella época y la cuide como una madre cuida a una hija. Cuando despertó me lleve una gran alegría ya que no sabia si saldría de esa o no. Nos contamos nuestras vidas hasta nuestro reencuentro y en una de las charlas de comente el posible resurgir de su Reino anterior pero con otro nombre, el suyo. Le pareció bien la idea y con ayuda de unos amigos míos conseguimos construir poco a poco nuestro sueño. Y ahora soy su exploradora, su conserje y amiga. Prometí que nunca mas nos separaríamos y que daría mi vida por salvarla. Yo si que cumpliría mi promesa... no como mi mentor.

Ahora, junto al resto de la tribu, construimos el Reino de nuestra Majestad Eleanor. No se como será el futuro ni lo que nos depara, solo se que tengo un objetivo que cumplir.. como una promesa.